Recuerdo que era diciembre
Porque el bosque olía a calma
Cuando tus manos recelaron
Y perdieron su tacto alegre
Sutil e irremediable
Tu voz se marchitaba
Y mi piel te echó de menos
Mientras las hojas se acumulaban
Recuerdo que era diciembre
Por el frío en tu mirada
El sol perdía el calor
Y en la casa nadie hablaba
Y el fresno quedó desnudo
Mirándonos por la ventana
Creí que iba a llorar
Pero era tan sólo mi desgana
Recuerdo que ya era invierno
Por la nieve en mis botas
Tus cabellos se cayeron
Y la valla seguía rota
Los copos cubrían a diario
Como las lágrimas envolvían mi rostro
Usurpando los tejados
Cercando como un monstruo
Recuerdo que te dormiste
Mientras te hablaba del futuro
Nunca nada fue tan duro
Como sentir tu alma irse
Y recuerdo ver las flores
Reconquistar el viejo fresno
Mil llamadas, mil colores
Mil coronas sobre tu cuerpo
Y recuerdo que era diciembre
Porque no oí cantar a las aves
Cuando descubrí lo qué era el amor
Y que te perdería para siempre
Precioso Carlos...decadencia, musicalidad...precioso.
ResponderEliminarLo comparto gustosa.
Feliz tarde.
Muchas gracias Carmen, eres muy amable.
EliminarGracias por compartir y por leerlo, sobre todo.
Un enorme abrazo.
Hermoso y bello recuerdo.
ResponderEliminarle llegará allá donde esté
porque el amor traspasa todas las barreras.
Un abrazo
Muchas gracias Mercedes. Debo decir que, por suerte, no he tenido que pasar por ningún trance parecido. Sinceramente, todo esto sale de mi imaginación, que no es inmune a nada, aunque no lo haya sufrido yo mismo. Empatía con todo el que sufre, y con todo el que ama, por supuesto, ¡siempre!.
EliminarGracias por tu hermoso comentario.
Un abrazo enorme.