martes, 30 de septiembre de 2014

Con una guitarra ardiendo (poema)



Mi sincero blues
Contiene una amarga historia
Un sonido melancólico
Y el alma de una noria

Habla de un camino
Con la llave ya girada
De un otoño ya caído
Sin horizonte ni destino

Mi sincero blues
Tiene lágrimas de mujer
Derramadas en el río
Imposibles retener

Con una guitarra ardiendo
Se ha escrito para un muerto
Enterrado sin corazón
El de un bluesman, sólo y viejo

No calmará tus ansias
Ni abrirá ningún camino
Será fiel a su destino
No secará tus lágrimas

lunes, 29 de septiembre de 2014

Muy doloroso (relato corto)



La primera vez es doloroso, muy doloroso. Como si te enterraran las uñas en el alma. Las que lo han sufrido, convienen que esa primera vez te abre los ojos a la realidad más cruel, dejándote con el corazón dividido. Con una amarga sensación de contradicción, y aunque sabes que es inminente que suceda en algún momento, casi nunca se está preparado ante tan desagradable experiencia.

Es como recibir la punzante violencia de la punta de un cuchillo rompiendo, de forma tranquila pero insistente, tus aletargadas carnes. Devastando una confianza apoyada por el órgano que esquiva la razón en demasiadas ocasiones.

Las siguientes veces y aunque el dolor no arrecia, teniendo la experiencia de esa primera ocasión aún grabada a fuego, se baja la guardia,  o mejor dicho, se intenta engañar uno mismo de nuevo.  Y vuelve la punta del cuchillo a reabrir la herida. Ensañado y persistente, golpeando en el mismo lugar, una y otra vez hasta que te acostumbras. Y sí, te acostumbras.

Y aunque tu cuerpo y tu cabeza ya estén preparadas y el dolor cada vez sea más llevadero, y esa herida sin cicatrizar te recuerde lo sufrido, recuperando la sensación helada de la hoja cortando en el mismo lugar, el amor y la pasión hacen que ese acto se vuelva a producir.


Y ningún alma es inmune a ello, incluso habiendo amor. Ni siquiera ya sabiendo que el acto más desgarrador que puede infringir y sufrir un ser humano, es la mentira.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Somnolientos atardeceres (poema)



Se pasea la tarde en un murmullo de silencio
Se pierde el contacto, el origen  y el tiempo
Estoy al borde de saltar con los brazos abiertos
Y olvidarme que será avanzar en lo incierto

En la penumbra que entumece mis labios
Acotando el sonido que me hace estar harto
De escuchar la misma voz que estrecha ese marco
Que encierra las razones de mi propio espacio

Y cierro los ojos para buscar tu recreo
Sin pensar que pasará si no lo encuentro
Si al final de mis dedos no hay más que tormentos
Cuando la noche me llama, acabado el paseo

Y vuelvo al contacto, el origen y el tiempo
Y casi no recuerdo qué ocurrió en mi sueño
Sólo que respiraba en periodos pequeños
Y que mi razón regresó por fin a su templo

Disfruta del camino (poema)



Abre los ojos y afronta el camino
No dejes que el destino hable por ti
Si llegas a tiempo, oiremos tu grito
La voz que nos dice, que tú escribes el fin

Pisa con fuerza y aleja el pasado
No gires el rostro, ni intentes parar
La inercia nos lleva a ver el otro lado
Ese mar en el que todos anhelamos nadar

Abre la mente, no distraigas su ofrenda
Sus márgenes enseñan en lo que creer
No busques consejo ni en risas ni en frailes
El camino proveerá, disfruta de él


jueves, 25 de septiembre de 2014

Mi paz interna (poema)




Viajo mentalmente al centro de la tierra
Algo en mi esta cambiando
Ni yo mismo conozco los motivos
Pero allá afuera hay demasiado llanto

La oscuridad tiene algo que me apena
Pero soy libre por primera vez
Me acoge sin tensas condenas
Digamos, que aplaca mi sed

Aquí, la paz no se compra
Ni el miedo deja tu pie ceder
Y el sonido de mi corazón latiendo
Es otro espíritu al que no puedo ver

Ahora, ésta es mi morada
Me he hecho a ella poco a poco
Y aunque tengo que volver allá afuera
Volveré aquí, con sólo cerrar mis ojos

Descalzo por mi tierra (poema)


En mi tierra
En la misma que nací
Se camina descalzo
Sintiendo su vivir
Las cálidas piedras, la rubia arena
El verde musgillo y el adoquín
Mirando al mar
Desde todos sus rincones
Al que siempre regresar
Pese a negros nubarrones

En esa tierra mía
Donde la vejez se entiende
Como un libro donde comprender
De dónde el proceder
Y el por qué tanto se siente
Su historia y su saber
Mirando al monte
Cómo llama a las nubes
A que su piel moje
Por si alguien sube

Esta vieja tierra
Donde algún día soñar
Que fui bastón de pastor
O cuerda para tocar
Zurrón de cazador
Y murmullo del mar
Mirando de frente
Con lágrimas felices
Disfrutar de su gente
Y de sus bellas cicatrices

PUSILÁNIMES GOBIERNOS (relato corto)



Informes: J25431-S0 y O31557-S-4, leyó en la portada del dossier que sujetaba entre sus manos, antes de preguntar:
 — ¿Está todo?
— Sí, señor — informó el agente Michel a su superior.
— ¿Es un plagio?
— Ambos lo son, señor.
— Sea concreto Michel, tengo otros veintisiete informes que resolver hoy ¿Conclusiones?
— Debería leerlo, señor.
— ¿Conclusiones? — volvió a inquirir, observando indagador sus apáticos ojos azul turquesa.
— Creo que ambos basan su origen en la misma fuente, señor.
— ¿Cree?
— Sin tener más información, anterior a estos periodos, me baso en la falta de datos para no hacer confirmaciones rotundas, señor.
— O sea, ¿Qué usted cree que ambos acontecimientos podrían haber bullido en un caldo más antiguo?
— No lo sé, señor, conjeturo por falta de datos.
— Hágame un resumen.
El agente especial Michel Sonora, acomodándose en la penosa silla que quedaba enfrentada a la mesa del jefe supremo de su departamento, en la que no recordaba haber permanecido más de dos minutos en sus anteriores entrevistas, carraspeó antes de comenzar.
— Tanto una como otra leyenda, que así las llamaré si me lo permite.
— Al grano, Michel.
— Tienen enormes similitudes y pequeños deslices, estos últimos, no por menores, dejan de mostrar grandes socavones en el argumento general. Bien, la diferencia de años, cuatro mil quinientos para ser exactos, otorgan al segundo y más cercano a nuestra época, mayor grado de implicación en la reproducción de dicha tesis, aún con la falta de pruebas que comentaba antes, ya tan sólo por su posterioridad.
«En el caso del primero, la leyenda del faraón Osiris, reseña, casi punto por punto, el mismo patrón que la leyenda de Jesús de Nazaret y el cristianismo. Incluso fallan en las mismas e importantísimas referencias iniciales en cada historia, “los hijos”. El Dios Faraón de los egipcios: engendró dos parejas que se entrelazaron para poder procrear la futura civilización, no obstante y esa es la contradicción o fallo, recrea un pueblo existente ya al que gobernar. En el caso del Dios de los cristianos: una pareja inicial, que inexplicablemente sólo tiene hijos varones, imposibilitando la consecución de la estirpe. En éste último caso, bebiendo de la jarra primigenia de una religión, apelando a la fe, sus discípulos o seguidores son los que asumen o no, esta incongruencia inicial. Otro significativo paralelismo es: el idéntico suceso de asesinato entre hermanos en ambos casos.
«Si nos situamos en la capacidad intelectual de las gentes de dichas épocas, no es de extrañar asumir creencias más antiguas como propias. Un ejemplo, los griegos tenían a Hércules y los cristianos a Sansón. La misma poderosa figura mítica con la que hacer soñar a sus humildes e incultos pueblos.»
— ¿Recomendaciones? — preguntó, poniendo a su subordinado en un verdadero apuro.
 — ¿Señor?
 — Sí. ¿Qué recomienda en este caso? Asumir dichos informes como válidos y similares, o…
 — No hacer nada, señor. Nada en absoluto.
— Es imposible, éste tema preocupa mucho a la cámara. Hay facciones enfrentadas, y quieren que el gobierno desmienta unas u otras.
— Han pasado dos mil años ya, desde que comenzara esta fábula para niños de otros tiempos, pero desestimarla por falsa o plagiadora, ¿De qué serviría? ¿Qué iba a cambiar? Toda esta información está al alcance de cualquiera, además desde hace mucho tiempo ya, quien quiera hacerse preguntas, que se las haga, y quien no, que siga viviendo ese sueño.
 — ¿Y qué le digo al presidente?
 — ¿Mi sincera opinión?
 — Sí, antes de pasar al siguiente informe, que por cierto, estoy deseando leer. Tengo mucho interés en saber, qué demonios pasó en Roswell, aquel verano de 1.947.
Pasmado y tragándose la rezumante incredulidad, a tenor de lo escuchado, que destilaba el gobierno de su país, intentó calmarse para decirle finalmente:

— Yo le preguntaría primero si es creyente. 

Correa para un gato (poema)


Tengo la arena de un reloj
Un guante sin pareja
El aroma de una flor
Y una sonrisa muy vieja

Tengo las prisas del astronauta
Un arnés de complacencia
Un saco de mentiras
Y las fotos de tu ausencia

Tengo correa para un gato
Miedos que me calman
Los agujeros de una flauta
Y silencios que me tragan

Tengo razones sin peso
El recuerdo ya ni me llama
Quiero recuperar mis besos
Y el calor de mi cama

Tengo tantas cosas
Y una sola pregunta
¿por qué mi vida es tan hermosa?
Si en realidad todo me falta

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Un enorme Diente de León (Poema) Dedicado a mi hija Sara


Sin dudas que aquietar
Henchido de simientes
Adiós a las cadenas
Libre para siempre

Desafiando al futuro
Como se forjan los valientes
Apartando oscuridad
Busca el sol naciente

En el segundo exacto
Distinguido su momento
Un enorme Diente de León
Se ha lanzado al viento

martes, 23 de septiembre de 2014

Del espectro de un sueño (poema)




Enmarañadas imágenes en mi cabeza
Surgidas del espectro de un sueño
Que hurgaron nocivas mis entrañas
Donde dormitan la euforia y los miedos

Ríos agitados en la palma de mi mano
Intentando remontar los surcos de una vida
Historias saciadas en fuentes prohibidas
Que por su sed, es fe de lo insano

Y en el rocío de una tela de araña
Reflejaron mil famélicas caras
Rostros tristes, hambrientos de rabia
Hartos de oír a quien les engaña

Enmarañadas imágenes en mi cabeza
Surgidas del espectro de un sueño
Sin reflexión ni lectura encontrada
Menos mal, que mi mundo es pequeño

Breves y huidizas. (relato corto)



El día era casi tan claro como el de hoy, casi tan apacible y casi tan aburrido. Mientras, el rebaño pastaba placidamente en un frondoso prado, de un verde fulgurante e intenso, bajo su atenta mirada. La mañana había cundido y las ovejas estaban casi saciadas. Las últimas lluvias acaecidas, eran las responsables de esa relajada sensación que le permitía no tener que buscar la comida de los animales más allá del límite de sus tierras.

Agradecido por ello, dormitaba a ratos, estirado cuan largo era, sobre la renovada hierba, apoyando su cabeza sobre el agradable calorcillo de una piedra secada al sol del medio día, cuando creyó escuchar algo traído por la refrescante brisa que removía juguetona el ala de su destartalado sombreo de paja.

Y lo que creyó sentir fue apenas una susurrada intensión de advertencia. Una sola vez, en el simple pero claro recorrido de aquella racha fugaz y solitaria, que desapareció irremediablemente, volviendo a dejar al radiante sol penetrar nuevamente la curtida piel de sus desnudos brazos.

¡Ya llega! Fueron las palabras que en su interior se abrieron paso de forma cognitiva, como habla la sinopsis de las neuronas humanas, directamente y sin la desazón de la intriga, hasta el corazón.

Y entonces, su mente y sus ojos se abrieron azarosamente de par en par al recordar las palabras de su abuela cuando tan sólo levantaba un palmo del suelo y ya comenzaba a ayudar en la granja. – La naturaleza nos habla, Dimitri-

La sensación creada en aquel insipiente cerebro dentro de su cuerpecito de hombre, fue el comienzo de una inagotable avalancha de preguntas: ¿cómo?, ¿por qué? ¿a quién?.

-A todos, Dimitri. Unos pocos la podemos escuchar claramente y los demás tienen que estar atentos a las señales que ella nos muestra a diario. Con su propia voz, los que estamos predestinados a ello, y al resto, a través de signos irrefutables, pero a los cuales deben atender sin distracciones. En el viento, el cual arrastra sus propias palabras. En el reflejo de la luna, formando claras y fugaces  instantáneas de aviso en la superficie acuosa de mares y ríos, En las sombras producidas por nuestro sol, impresionando en personas y cosas igualmente breves y huidizas al ojo distraído-

La muestra de la veracidad de las sabias palabras de su abuela, todavía hacían temblar sus callosas manos y ahora, erguido hacía el deslumbrante sol, creyó intuir la figura de un aterrador tanque dirigiéndose a su mundo, formado por el farallón rocoso en la cima de la colina donde pastaran tantos rebaños como distintas generaciones de su familia había habitado esa inagotable tierra, cruzado por el reseco y chamuscado tronco del milenario pino, que en la última tormenta un solitario rayo destruyera.

Y más allá de las altas montañas, unas temibles nubes negras, salpicadas de una alarmante luz roja anaranjada, tan lejos del atardecer, le advirtieron que la ruindad y la incapacidad de entendimiento del ser humano habían dado comienzo a otro nuevo conflicto bélico.


1 de septiembre de 1.939 - Montes Tatras,  Polonia

lunes, 22 de septiembre de 2014

Sin valor para salvarse (Relato corto)


El remordimiento era su despertador. Cada mañana de su angustiosa y triste vida, le arrancaba de los bellos sueños de su inconsciencia, arrastrándolo al cruento escenario de su existencia. Diez minutos, tan sólo, hasta que volvía a beberse otro primer trago de realidad.

En ese espacio de tiempo, tan sumamente extenso para quién quiere escapar de él, se le llenaba la mente de caminos: veredas esquivadoras de seres humanos, en la que ya tan sólo podía retener proyectos infructuosos, afectos desgraciados y situaciones adversas…, siempre adversas.

Y aunque las hubieron también congratuladotas y emotivas, el olvido se había apodera de ellas, encerrándolas donde casi era imposible llegar con su insuficiente ánimo. De cuerda corta, a mucha distancia de sus rugosas manos ancladas a la acera.

Mancilladas por el barro humeante de su mente indispuesta, ensuciando la felicidad que de ellas pudiera haber acumulado, tan sólo por guardarlas a destiempo.

Y tras esos escasos minutos, donde el alcohol se apropiaba de nuevo de su inexistente coherencia, notas y versos empapados se apoderaban de él, llenando de colores grises el más maravilloso de los días. Donde hijos, mujer, casa o simplemente su vida, se mezclaban con el vocabulario soez de la suciedad de los cartones donde dormitaba su desequilibrada voluntariedad.

Nada es tan grave o efímero a los ojos de un paseante anodino, como la visión de una vida malograda y que, además, ni siquiera desea el valor para salvarse. Y así pasó media vida Danilo Ruimán, antes de entregar a su única compañera de camino, la botella, su alma desvalida, a la que cantó cuanto recordaba de esa otra ya tras la obligada e impuesta cortina del desarraigo.

Danilo Ruimán compuso su vida
Por unas monedas cantaba su historia
Soñando en quedar, buscando una huída
Del río que arrastro sus días de gloria



Por si un día te pierdes (poema)


Aquel primer rayo de luz
Que partió como un sueño
Tan breve, tan pequeño
Tan radiante como tú

Aquel primer peaje
Renovando lo conciso
Susurrando cuanto quiso
En la memoria de tu viaje

Por si un día te pierdes
O tus manos se olviden
Del rubor de mi piel
Donde quiera que aniden

¿Éxito o disfrute? (relato corto)


Su especialidad eran los monólogos históricos. Recuerdo leer esos soliloquios reflexivos sobre las grandes proezas de legendarios conquistadores que escribía con gran pasión y en su mismo lenguaje. Eso era lo que hacía feliz a Darío Rubio al escribir.

Cuando le contactamos, a través de su blog y reconocedores de su gran potencial, no supimos valorar cuán impositivo es el éxito si quieres vivir de esto.  Redirigiendo la forma de contar las nuevas historias que bullían en su cabeza.

Al final el éxito llegó, dando la razón a nuestra editorial. Pero tener la razón no lo es todo en la vida, y menos a expensas de la sinrazón que mueve a los escritores a internarse en vidas inventadas y escudriñar al detalle todo sobre los personajes que luego vagarán por las líneas de sus novelas, matando sarcasmos, asesinando patógenas fobias con la roja tinta de la postrera edición final. Aniquilando al final su esencia, esa que, con tanta pasión, nos acercó a él.

Sus éxitos, al fin y al cabo, no fueron más que mundanas historias escritas con el cotidiano leguaje de su legión de lectores, expresaba a menudo. Pero no era eso lo que le movió a escribir un día apenas cumplidos los quince años.

Un día le llamé para decirle que lo habían plagiado. Él se rió de mí, haciéndome comprender que no creía ver nada malo en que alguien hurtara de sus textos, siendo contundente al exponer que se sentiría halagado si fuera cierto. –Claro que es cierto, alguien llamado Dylan Saw, ha reescrito el comienzo de tu novela “sin más, se abre el día”, “la furia de Rubén Almadraba al acercarse a su banco, indignado por no haber podido obtener rédito la tarde anterior en su habitual cajero bancario y su posterior vehemencia con la señorita que le atendió en dicha sucursal”, esos primeros pasos del protagonista que originarían la matanza de treinta personas en una semana". –Es un plagio en toda regla, pero no se saldrá con la suya, le denunciaremos- le grité, malhumorado, ante su total indiferencia a lo que para mí era tan obvio.

Que equivocado estaba, y más, cegado por la cantidad de personas que habían seguido aquel plagio en la Red. Más de treinta mil la primera semana.

-Dylan Saw soy yo, es un seudónimo. Tenía que alimentar de alguna forma el imperante gusanillo que me mueve a escribir. El que nadie parece ver como yo, ¡y comprar! no digamos. Tenía que probar reciclar vuestra cotidianeidad tan demandada con el lenguaje que me emocionó siendo un crío todavía-.  Me informó, y aún creo poder oír sus carcajadas al teléfono.

Y es por eso que, delante de su recuerdo ya, es para mí un placer poderles leer ese fragmento reinventado con la sincera voz del escritor. La que conmueve su espíritu y por la que siempre deberán luchar contra viento y marea, a la que tituló “ÉPOCAS Y ÉPOCAS”


………………………………………………………………………………………………………….


Espada en ristre y con rostro malhumorado, acercose a la jovenzuela, ceñuda en vista del percal enfrentado.

-Vuesa Merced expondrá-, dijo, con voz pequeña en su entendimiento.

-Es mi deseo recuperar las ciento tres monedas que, en virtud de una tía abuela, pertenéceme-.

-¿Algún motivo a registrar?

Aún la mano nerviosa, empuñaba el frío hierro rememorando la maltrecha sesión vespertina sufrida al anhelo de soportar unos vacíos bolsillos ante la habitual posada de retozo, recia en sus posturas, que por añadidura partía con noche festiva.

- la tarde anterior no pude recuperar mis dineros por arte de su errada función-.Aclaró, señalando el ingenio en el pórtico de la entidad.

-Ayer sufrimos el asalto de una banda de truhanes, al abrigo de la partida de la autoridad, el carromato dejaron junto a un penco dolorido-

- No siendo un problema al que me pueda avecinar, proceda-
Le espetó, burlando una ligera sonrisa que predecía su agrado con la contrariedad sufrida.

-¿querría efectos de la Casa de Indias o billetes de la Corona?-.

-Visto lo visto, Plata- asumió con desganada ironía.

La joven, sometiendo su cabeza y bajando aún más su usual hilo de voz, dijo.
–La plata fue lo que primero que llevaron ayer-

-¡¡¡Maldición Morisca para toda su estirpe!!!, ¡¡¡hijos de una posadera manca!!!-
Gruñendo, renegando y blandiendo su enorme espada, terminó por decir.

-Sea efectos, pues-.

Y al salir con sus títulos bien guardados, reseñó.

-Esta España no es, ni de sombra, la de antes-

…………………………………………………………………………………………

Dedicada a los noveles escritores que nos deleitarán en el futuro.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Giros inesperados (reflexión) Sara Suárez Palencia


A veces la vida da giros inesperados, un día ríes con alguien y al otro lloras y puede llegar a ser que al siguiente otra persona te hace reír, pero te vuelve a hacer reír el día siguiente y ahí es cuando cambia la cosa, intuyes que ese es el buen camino, que hay algo que te hace pensar que hay que seguir hacia delante, no buscar mas sino seguir lo que te atrae.

Tan sencillo como la sonrisa o el llanto de un bebe, hacemos lo mismo cada día, nuestras emociones se hacen cada vez mas delicadas o al revés pero siempre ira ascendiendo esa forma de verlo, esa forma de ver que las cosas cambian, que ya no hay vuelta atrás y es como en la carretera que has pasado unos pinchos retráctiles y ya no puedes volver por donde has venido, solo te queda esperar a encontrar una salida.

Las salidas no siempre acaban en un paraíso, a lo mejor has ido a parar con un muro que te impide pasar, ese muro para muchas personas es el dolor, la angustia y el sufrimiento, ese muro ha hecho que para muchos haya giros inesperados en la vida, que te hacen querer volver pero al final te empotras contra ese muro y si eres lo bastante fuerte para resistir esos ladrillos venirse abajo, seras capaz de afrontar la realidad que te espera después y así la vida da un giro y ves esa luz de la que todos hablan, la ves y es el momento donde dices..he llegado.

La felicidad (reflexión) Sara Suárez Palencia. (17 añitos y una cabeza bien amueblada)



A veces las cosas salen mal sin remedio, es así, es simple, no hay quien pueda con ello, cuando hay remedio es que las cosas no salieron mal, simplemente salio como no esperabas y te sorprende encontrar un ápice de felicidad.

La felicidad se presenta de muchas maneras, pero en este caso no la hay, simplemente porque las cosas no han salido bien y ahora te jode esa situación, es de todo menos bonito. 

Cuando llegamos a ver esa luz del final de la calle es cuando decimos he podido con ello, todos podemos encontrar la felicidad pero solo los mas listo saben cual es el camino, aun así no debes ser un superdotado para saber por donde ir porque a veces te vuelves tonto por situaciones, pero el que sabe, sabe.

Busquemos la felicidad de uno mismo y no la de los demás, aunque suene egoísta, nadie nos querrá mas que nosotros mismos.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Dos estrellas y un cometa (poema)

En la cola de un cometa
Bailan dos bellas estrellas
Atraídas con tal fuerza
Como el más sincero amor

Seducidas por su estela
A la lengua del Dragón
Conjurando cuál de ellas
Colmará su corazón

Arrastradas por la nada
Al confín de la razón
Es tan cálida su morada
Como imparable la pasión

Estallaron Supernovas
Se cruzaron con el sol
Bordearon mil galaxias
Y ninguna abandonó

Cuando se agote el cometa
Y se extinga su calor
¿qué será de las estrellas?
¿morirá su danza, o no?

Pasarán otros cien años
Igual que un siglo antes que yo
¿habrá alguien en su ventana?
Al que provoquen tanta ilusión

¿Volveré a ser tú, y tú yo? (Poema)




¿volveré a ver tus pies descalzos,
como cuando la razón crecía aún?
En aquellos días de cambios cobardes,
serenos en odios y de bella virtud.

¿volveré a soñar que corres conmigo,
sintiendo que el viento nos daba el poder?
Y admirables sonrisas crecían sin miedos,
cuando los ojos decían lo que debíamos creer.

¿volveré a ser tú, y tú yo,
mientras los demás nos creían entender?
Razón de unos locos que le gritaban al mundo,
y uno en el otro buscaba el ayer.

¿volveremos alguna vez
a creernos tan fuertes y osados?
Después de tantos años caminados,
en esta segunda juventud llamada vejez.

Cuando el sueño me ignora (poema)

Es en ese momento
Cuando el sueño me ignora
Donde mis propios pensamientos
Se ríen y lloran

Donde vierto mis colores
En un lienzo infinito
Ese espacio maldito
Lleno de amor y temores

Donde muerdo el anzuelo
Que me lanzan las musas
Y mi alma confusa
Sólo piensa en tus hoyuelos

En ese lugar nada yermo
Donde nada me obedece
Y las palabras se unen y crecen
Formando mis versos

“Es el último aliento del día,
Ese que esconde el sol
Donde comparo tu alegría
Con un pequeño trozo de amor”

jueves, 18 de septiembre de 2014

Como lágrimas olvidadas al sol (relato-crítico-reflexivo)





“Su pesado caminar evidenciaba su inexistente ánimo, y las visibles llaves en su mano derecha, que su suerte estaba echada”.

Este triste y pesado viaje había comenzado una fría mañana del mes de abril de 2010, cuando un reconocido y premiado periodista, apodado “La Daga”, en la tranquila placidez de su despacho, escribió otro sencillo artículo más.
****************

No todo lo que se construye, inventa o fabrica en nuestro mundo tiene el uso debido para el que fueron creados, llámese cuchara, silla o puente. Obligados a recordar cuantos túneles o vías de escape se habrán escavado con una simple cucharilla de café.

El ingeniero que diseñó, con el admirable propósito de comunicar dos orillas distantes, el llamado Puente de los Sueños, ahora deberá estar arrepintiéndose de pisar lo que con tanto esfuerzo trazó sobre unas sencillas hojas de papel, intentando olvidar el sobrenombre con el que ya será recordado el resto de su vida, “EL VERDUGO”

No es lo común, ya que las inevitables necesidades de la masa obligan a continuar hacia adelante, abstrayéndose incluso de su propio pasado. Pero nadie se paró a pensar por qué llamaban al río que discurría bajo el futuro proyecto, el Río del Olvido. Donde su mansa pero constante corriente de grisáceas aguas, promulgó desde tiempos remotos el inefable uso que los pioneros habían hecho de ellas.

Ahora, además, albergaban un trampolín, un patíbulo, facilitando esa macabra labor. Un cadalso, aprovechado por una inmensidad de almas atormentadas, para poner fin a la condena en la que viven.

Triste y dramática evidencia de dichos punto y final de una existencia, son la innumerable cantidad de llaves que han dejado como recordatorio de sus últimos sollozos al aire que nadie se para nunca a escuchar, ni evitar. Como lágrimas abandonadas, se apilan en las vallas protectoras de sus márgenes. Recuerdos del que se despide sin querer arrastrar nada de lo que provoca su continuo abatimiento.

La distancia desde la cota de agua hasta la moderna autovía que discurre impasible a lo largo de todo su recorrido, es un añadido para su elección como lugar de evasiva de este mundo. Sus más de ciento setenta metros de caída libre, la convierten en la más eficaz rampa hacia la muerte y el olvido, donde les recibe la triste cadena de arrastre de su oscura e incansable corriente. Alejándolos de la vista, sumiéndolos en una indiferencia y olvido inmediato.

Ahora me pregunto si dicha distancia dará tiempo suficiente para que alguien se pueda arrepentir, redoblando su sufrimiento. Su viaje hasta los infiernos, desoyendo las normas que imponen rechazo a los suicidas ante las puertas del cielo.

**************

Incluso, pudiendo al final estimar que en su artículo, cosa que casi nadie hace nunca, sus palabras provocaran lo mismo que reprochaba con ellas, la definitiva decisión de cientos de almas angustiadas, en busca del lugar idóneo para lograr la esperada muerte, no lo hizo, Y dicho artículo fue publicado un ocho de abril de 2010, en primera página.

..... Y cientos de ellos se siguen publicando todos los días, inclusive, haciendo caso omiso a sus propias reflexiones.

"Delante de él, cientos de brillantes llaves, como lágrimas olvidadas al sol, colgadas en la barandilla del llamado Puente de los Sueños, no le arredraron de su inminente y decisiva acción de quitarse la vida.

Subido a ella, mientras a sus espaldas centenares de coches llevaban y traían tantas historias diferentes como llaves abandonadas dejaba a sus pies, miró al río y cerró los ojos….."


Sobre el río del olvido

Cruza el puente de los sueños
Arriba, pequeñas esperanzas
Abajo, tristeza sin consuelo

Proverbio Árabe: si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Como cazar una nube (poema). Dedicado a todos los padres y madres de éste mundo.

Fue como cazar una nube
Como robar el fuego a un Dragón
Rendir pleitesía a los mares
O al cielo subir, escalón a escalón

Su cara perfecta
Sus manos revoltosas
Y gritándole a la vida
Mis rincones llenó de cosas

Fue su naciente mirada
Al cruzarse con la mía
La primera luz del día
Para el resto del mañana

Díganme si me equivoco
Que simplemente no es verdad
Que sólo soy un loco
¿Si un hijo, no hace el corazón palpitar?

Otros desiertos (relato corto)





El embargo que le produjo verse ante aquel extenso espacio vacío y yermo, no recordaba haberlo sentido jamás. Ante el inicio de un desapacible escenario donde había sido abandonado, a pesar de ser a voluntad, inerme y huérfano, abrigando su escuálido cuerpo, por primera vez, el miedo más aterrador del ser humano: la soledad.

Compartiendo los extraordinarios acontecimientos que lo habían llevado hasta el borde de aquel páramo, ahora el miedo absorbía por completo ese momento, y una triste reflexión se apoderó de él: -¿qué abominables tropiezos habré cometido para terminar ante esta estéril escena que se abre ante mí?-

Como único objeto, bajo una luz radiante y plomiza, un báculo, un bastón donde apoyar sus desvanecimientos presentes y futuros, el único ente además de su propio cuerpo que emitirá sombra en aquella planicie recóndita a partir de ese instante. Y le pareció, de improviso, titánica.

Cuatro puntos cardinales, y tan sólo uno para elegir. Hacia delante, hacia el norte, en busca de lo tan deseado desde su más tierna infancia y que ahora paralizaba sus pies y secaba su garganta. Con su inmutable mirada, dirigió su vista hasta el horizonte de la blanquecina explanada, confirmando que de adentrarse en ella ya no cabría la posibilidad de volverse atrás, nunca, hasta llegar al final de su travesía. Sabía que aún no viendo nada ante él que le pudiera retener por más tiempo, se encontraría con numerosas situaciones que dificultarán su avance y que su mente sería su mejor arma para aplacar cuantos demonios quisieran desviarlo de su camino.

Tan sólo como ocurren en lugares solitarios como éste, comenzó a escuchar su voz interior. La única que lo alentará en sus primeros pasos, levantará cuando desfallezca y que le recibirá cuando acabe éste enigmático viaje. Esa misma voz que no le dejará cerrar sus ojos, sólo dormitar a ratos, con el sublime y fiel propósito de no dejarle abandonar su objetivo deseado.

El sudor de su frente y el nerviosismo de sus manos, al empuñar con fuerza el calido apoyo de la única herramienta con la contará en su futuro presente, le recuerdan nuevamente que está aquí por propia voluntad. Y la hora ha llegado.

Con un simple paso, que esculpe con firmeza en el áspero territorio en el que acaba de adentrarse, en ese otro desierto, comienza a escribir lo que ya será su leyenda: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme….”

lunes, 15 de septiembre de 2014


Me ha gustado mucho esta forma de reciclar los viejos vinilos. 
Arte + Arte
Gran Canaria. Ciudad de Arucas, calle principal del casco antiguo



De mis ojos hasta el camino (poema)



En cada paso un cobijo
Observando mí destino
Y las gotas lagrimosas
De mis ojos hasta el camino

El avance siempre es duro
Si confías en la memoria
Parando a ratos, esperando la mano
Que frene tus pasos, que apague la noria

Y aunque el entorno agrade
Y las promesas perduren
Donde hay canto hay ave
Aún si tus oídos lo eluden

Y si inventas tus engaños
Mientras tus huellas se congelan
El camino se hará extraño
Más nunca abrigaran hogueras

En cada paso un cobijo
Observando mí destino
Reservando mis pocas fuerzas
Para ir contándole al camino