martes, 28 de julio de 2015

Doce Mayos



Mayo fue el lugar perfecto,
y tú, mi Estanque Dorado.
Llegué, ya excavado mi hueco,
pero tus besos lo negaron.

Junio se alzó como el viento,
azotando un amor en días bajos.
Fugaz, como el nido expuesto,
tus ojos, lo iniciaron

Julio y agosto, clamando victoria,
con risas y pasión, remendaron la brecha.
Que infames estos días de gloria, 
tu piel se empapó con mis metas.

Y ahora ha llegado septiembre, 
y el Estanque se ha desbordado.
¿Por qué las personas se mienten?
No hay lugares perfectos, ni doce Mayos.

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