miércoles, 2 de septiembre de 2015

La nieve cayendo despacio


Intenté escribir sin tener clara la idea. La tarde era vientre, manantial. Pero mis dedos repiquetean.

Un sonido, una voz, una luz, sobre aquella llanura exigua. Armónicas letras en comunión, y parir una primera línea.

Intenté recordar el dolor, la presión de tantas ausencias. La tristeza, el temor,.unos cuantos jadeos, tantas carencias.

Y lo único que convocó fue aquel desierto blanco. Aquella página vacía, la nieve cayendo despacio. Y tuve frío, y me encontró el letargo. Y cerré mis ojos al precipicio y me dormí sobre mis manos.

1 comentario:

  1. Ojalá tanto temor, tristeza, ausencias ... vayas dejando paso a la alegría, la valentía ... que tan bellas letras nos dejan.
    Abrazos

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