martes, 9 de junio de 2015

Juntas...


Aquí vuelven las lágrimas a susurrar un nuevo perdón.
Hasta aquí llegan sus ecos.
Y no hay ensueño que las impida, necesitadas de sangre.
Gotas enormes llenas de miedos, rancias de temor.

Hasta aquí he evitado las mías, encarceladas, retenidas.
Hasta aquí llegó el custodio.
Y ya no pueden parar, la llave está girada.
Un pozo lleno de odio, desbordando las heridas.

Juntas, caen al suelo
Juntas, nos vuelven a mirar.
Juntas, retienen el tiempo.
Y todo vuelve a empezar.

Aquí vuelven las lágrimas… a nuestra vida derramar.

Juntas, caen al suelo
Juntas, claman su voz.
Juntas, retienen tu vuelo.
Y vuelven a enquistar el amor.

1 comentario:

  1. Las lágrimas, en un principio, no nos dejan ver, nos nublan la vista; pero, más adelante, abren un mundo de luz.
    ¡Precioso poema Carlos!
    Un abrazo

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