Ellos dicen siempre la verdad
No recelan del horizonte
Nada otorgan por caridad
Tan sólo sueñan, e imponen
Soldado en primera línea
La bella puerta del alma
Grito abierto y voraz
Pancarta que desarma
Y aunque intentes disimular
De tu estómago las serpientes
Infructuoso camino de andar
Tus ojos nunca mienten.
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