Miro a las alturas en su busca,
las desafío con la mirada:
a que galopen con el viento,
como ovejas descarriadas.
Henchidas y ululantes,
blancas, muy blancas.
Disfruto de sus manejos,
desde mí aislada atalaya.
Con el gris del enojo,
cubren el rostro al Rey.
Llorando sobre nosotros,
otorgan vida, por Ley.
De espectrales formas,
cambiantes si pestañeas.
Tan libres en sus normas,
como insubordinada la marea.
Nacidas de la nada,
manifestantes en el cielo.
Me gustaría unirme a ellas,
contra todo... sin miedo.
Ah qué bonito, yo también busco figuras en las nubes jeje
ResponderEliminar"Con el gris del enojo
Cubren el rostro al Rey
Llorando sobre nosotros
Otorgan vida, por Ley" Exelente!
Gracias Angélica. Y yo, aquí, al lado de este maravilloso Océano Atlántico, más aún. Inmenso, hasta el horizonte.
ResponderEliminarGracias por tu amable comentario y, sobre todo, por leerlo.
Gracias desde las Islas Canarias. Saludos