Me
parto, me parto, me parto…..
Era lo
único que lograba escribir mi amigo Luis en el Wassap, después de contarle lo
que me había ocurrido en el de un grupo de amigos de la infancia.
Me
parto, jajajaja…..
-¡Pues
sí!- escribí. –estábamos hablando sobre las madres; sobre el Día de la Madre, orgullosos
cada uno de recordar los momentos felices y entrañables vividos con ellas.
Cuando Laura escribió: “no hay nada mejor que mi mamaíta”. La primera reacción
fue la de soltar una enorme carcajada.
Jajajajajajajajajakakajajaka
Eso, eso
jakajaklajaajajajajaja....
que se prolongaron desde varios contactos.
¿Mentes
sucias!….. escribió a continuación, haciéndonos reír aun más, si
cabía.
Me
parto, me parto…. continuaba Luis.
Luego
pasó algo insólito: ojeando los mensajes anteriores, un aviso de esos que
eludes, al que no pones ninguna importancia (un nuevo contacto se ha añadido),
hacía dos horas, nombre: Laura. No puede ser!!!, pensé. Y como era lógico….
Eres un
cabrito David…. y de inmediato (contacto borrado, Laura ha abandonado el
grupo)
Y tras
esa última información, a la que a partir de ese día dí su justo valor, pasó lo
que tan irremediablemente era inevitable… MI amigo Luis.
Jajajajajaja.
Meeeeeee paaaaarto
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