En cada paso un cobijo
Observando mí destino
Y las gotas lagrimosas
De mis ojos hasta el camino
El avance siempre es duro
Si confías en la memoria
Parando a ratos, esperando la mano
Que frene tus pasos, que apague la noria
Y aunque el entorno agrade
Y las promesas perduren
Donde hay canto hay ave
Aún si tus oídos lo eluden
Y si inventas tus engaños
Mientras tus huellas se congelan
El camino se hará extraño
Más nunca abrigaran hogueras
En cada paso un cobijo
Observando mí destino
Reservando mis pocas fuerzas
Para ir contándole al camino
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