lunes, 27 de abril de 2015

En el filo de esa cuchilla



El dolor le inclina,
y el alma se aferra.
Los largos besos equilibran,
su paciencia tiembla.

Y en cada hombro las preguntas le mienten.
¿quieres seguir sufriendo?
¿y si a mitad te arrepientes?

Una duda en el borde antes de saltar,
una imagen, un perdón, un te quiero.
Un paso atrás remueve tanto, 
imposible contraer el miedo.

El aire fresco lucha con todas sus fuerzas, 
su último llanto quiere secar, 
no le merece verle saltar, 
no lo merece la vergüenza.

En el filo de esa cuchilla, 
todo son malos recuerdos. 
Su mente marchita no quiere levantar,
las alfombras que custodian anhelos.

Y en el último tramo... nadie reclama. 
¿cuánto pagaría ahora... por el calor de una mano?

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