Voy a
escribir las memorias de un viejo amigo
De su viaje
al país de los sueños
Y de sus
lágrimas al descubrirlo muerto
Sentado mirando
a la cara del olvido
El lugar que
fantaseó ir de crío
Con sus campos
verdes y libres
Que ahora
son yermos y tristes
Lleno de consumidos
ríos
Y las voy a
escribir como él me lo mostró
Al mirarla con
ojos sinceros
Lo incapaz
de lo certero
Que el
hombre siempre arrastró
Donde los
animales de los cuentos
Se han disipado
entre las guerras
Que sólo
benefician al violento
Que pretende
esquilmar la tierra
Y la
escribiré en cuanto tenga un segundito
Después de
enterrar sus restos
Junto al baobab
que le sirvió de aliento
Mirando su
África infinito
Dejadme tan
solo un momento
Que lo
recuerde tal cual era
Un niño
grande que jamás se sintiera
Más que
poseedor de lo que trajo el viento
Hola Carlos, un poema evocador, bonitos versos.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias Alejandra. Por tu amable comentario y por leerlo y compartirlo.
ResponderEliminarGracias, que pases un maravilloso día. Un enorme abrazo.