Difícil
es, cuando vas por un río
Escucho
voces que quieren ayudarme
Donde
ver manos fuertes, tan sólo ansío
El
agua entumece mis pobres piernas
Y
la canoa se hunde inminente
Nunca,
antes, me sentí tan sólo
Es
duro pensar en la propia muerte
La
orilla está tan lejos
Los
árboles parecen incluso apartarse
Se
suele esquivar al moribundo
Cuando
la tapa se cierra, sin confesarte
Tan
sólo quedamos mi valor y yo
Nunca
pensé tenerlo de amigo
Pero
el cielo es claro, azul, tan grande
Como
incierto es dejar el camino
Que
abrupta es una vida condenada
Cuando
la corriente es tan fuerte
Pero
más escabrosas son las cadenas
Cuando
sin querer quedar, quiero quererte
Excelente amigo debes seguir progresando, muy buenas letras, debes darle siempre ese toque especial que único, pásate por mi blog también escribo, éxitos!
ResponderEliminarGracias Felipe, por tu alentador comentario y por leerlo.
EliminarUn enorme abrazo.
Puede sentirse la indefension del valiente en este hermoso poema, Carlos
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