Azul fue mi primer recuerdo,
ese hermoso, apacible y ficticio color.
El sol y la atmósfera me lo regalaron,
junto al mar, la playa y tu rostro de dolor.
El segundo fue su ausencia,
el oscuro hueco donde caí.
Cuando tu mente toma plena conciencia,
de ese amargo silencio cuando se aleja de ti.
Y el último ha sido el gris,
tras las lágrimas de tu despedida.
Tus bellos ojos me han dejado cicatriz,
exhalada la fuente que me dio la vida.
Nacimiento, miedo y muerte,
tres colores en mi memoria.
Con ellos se ha dibujado mi suerte,
¿Cuales pintarán tu historia?
Interesante paleta de colores y sentimientos. El interrogante final deja una gran pregunta abierta para el lector.
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