lunes, 8 de junio de 2015

¿Por qué transitar?


Miro al río y veo la vida, insaciable y derrochada. Sin vuelta atrás, como un camino recién vallado. Una cinta transportadora sin botón de anular. Observo sus vertientes, anclajes de un pasado de rápido olvido: un mal recuerdo del que quisieras escapar.

Miro el agua y veo el día a día, peleado y caprichoso. Sin tiempo de parar. Rodeando los enquistados problemas, entre salto y salto, entre roca y roca. Observo cómo se agita, asumiendo cada nuevo golpe. Y me fijo en el desgaste de sus piedras, presintiendo, poco a poco, su final.

Y miro el bosque y las montañas, el escenario perfecto. El hogar de tus sueños donde descansar, apacible y armónico, sin miedos que acallar. Su sosegada llamada, de inevitable escuchar.

Y ahora miro hacia mi interior y me pregunto ¿por qué ser río, y tener que transitar? ¿ por qué no ser camino, llano o cima, incluso ciudad?

1 comentario:

  1. Todos quisiéramos ser más calmos que el río que corre en su loco andar, pero lamentablemente la vida te obliga a transitar, lo interesante es poder ver los caminos, los llanos, la ciudad, todo lo que transcurre al lado del río y que este puede, con algo de atención, observar y disfrutar.

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