viernes, 27 de febrero de 2015

Esperando tu mano


Los huecos que hay entre mis dedos, 
han esperado tanto tu mano. 
Que, como las grietas de las aceras, 
se inundan de lágrimas tras cruel letargo. 

Nunca he sabido recomponer mis pedazos, 
los que cayeron sin prestar atención. 
Más, los motivos que pudieran separarnos,
no han permitido decirnos adiós. 

Y que decir si soy el culpable, 
nadie apuntó violento mi sien. 
Pero el corazón es débil cuando se abre, 
y la rutina lo arroya, inminente, cual tren. 

Los huecos que hay entre mis dedos, 
han esperado tanto tu mano. 
Que los he cerrado junto con mis miedos,
en la triste caja donde contengo mi llanto.

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