A veces se necesita un espacio, un tiempo,
vacío de rostros que pregunten.
A veces se necesita un silencio, una calma,
un origen donde la luz no deslumbre.
Sentarte tranquilo en el borde,
donde el aire sea sencillamente puro.
Enroscarte como un armadillo,
y respirar como si no hubiera futuro.
A veces lo buscas, otras te obligan,
sintiendo como te empujan.
Forzándote a cerrar los puños,
para tragar esa saliva inmunda.
Y cuentas los números tan lentos,
degustando cada cifra, cada dígito.
Donde nunca llegas al final,
ni encuentras ese lugar tan místico.
A veces se necesita un lugar,
el paraíso del no rotundo,
sabiendo que no has de llegar,
te levantas y le mientes al mundo.
Hola Carlos. Gracias por agradable momento pasado leyendo algunos de tus poemas. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Eric, pasa cuando quieras, estas en tu casa.
EliminarUn enorme abrazo.