Un sonido, una voz, una luz, sobre aquella llanura exigua. Armónicas letras en comunión, y parir una primera línea.
Intenté recordar el dolor, la presión de tantas ausencias. La tristeza, el temor,.unos cuantos jadeos, tantas carencias.
Y lo único que convocó fue aquel desierto blanco. Aquella página vacía, la nieve cayendo despacio. Y tuve frío, y me encontró el letargo. Y cerré mis ojos al precipicio y me dormí sobre mis manos.
Ojalá tanto temor, tristeza, ausencias ... vayas dejando paso a la alegría, la valentía ... que tan bellas letras nos dejan.
ResponderEliminarAbrazos