Aparté sin sombra la mano amiga,
apátrida de necesitados abrazos.
Imponiendo querer, quebrando lazos,
y ahora mi alma te añora furtiva.
Fui tan lejos buscando respuestas,
que el camino olvidé.
Ahora no pienso más que en volver,
al amable regazo de tus manos abiertas
Caminé sobre las aguas,
en mi orgulloso tránsito.
Y ahora encauzo la nada,
del río muerto, que anduvo álgido
Detuviste mi amor,
no pudiendo llegar más allá.
Ya tus puertas están cerradas,
y tú encerrada detrás
Clamando al cielo, ahora te busco,
cuando todo hice por alejarme.
La llave echaste, no puedo acercarme.
El rechazo es dolor, y tu desamor justo
La más gruesa cuerda,
se vuelve tan quebradiza,
huraña y huidiza,
cuando ya queda cerrada... tu puerta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario