La pregunta surgió con la aparente inocencia de la duda de un niño. El lugar: una simple sala de conferencias anexa a la sede de la Unión Europea en la ciudad de Bruselas. El contexto: una conferencia y la posterior presentación de la última novela de uno de los mejores escritores de “best Sellers”. El razonamiento: exponer los efectos dañinos, resultado de proyectos ejecutados, tales, como Internet o el propio descubrimiento de la energía nuclear. Éste último, habiendo alternativas más fiables, como las acreditadas energías renovables.
Simple
y clara, se abrió paso en las mentes de todos cuantos escuchaban su amena
conferencia.
-El
abanico de probabilidades se eleva exponencialmente con cada minuto que pasa
después de formularla. Son cuestiones amargas de acometer, pero totalmente
necesarias si lo que queremos en verdad es que el resultado tenga una
valoración en su justa medida. ¿Quién iba a pensar que, cuando se formuló la
posibilidad de interconectar a todos los habitantes de la tierra en una red
global de información, ésta, sería el arma propicia para que el terrorismo
pudiera superar las fronteras territoriales de sus países de origen?, o ¿qué
ahora la construcción de la Centrales Nucleares, fueran un irremediable peligro
de contaminación medio ambiental para el futuro de nuestro mundo, sin solución?-
Mientras,
en la coqueta sala de conferencias, varias de sus señorías, en total y
respetuoso silencio, intentaban pasar desapercibidas. Un receso para cenar, entre
las innumerables reuniones políticas que decidirían cuestiones tan parecidas a
las expuestas por el insigne orador, antes de las vacaciones de verano, les
había llevado a escuchar la formulada pregunta. Y ya, en sus cabezas, el
abanico comenzaba a desplegarse de manera turbadora.
-Esta
simple cuestión, aplicada a todas las decisiones importantes que se toman, sin
valorar sus efectos a largo plazo, podría influir, e incluso evitar, posibles posteriores
errores irreversibles. Nadie prevé la posibilidad de anular esa red,
indiscutible plataforma de programas que han hecho separar a más parejas en el
mundo que la simple revelación del desamor o la propia muerte, aunque ya sus
efectos secundarios nos revelen que son peores que la misma carencia por la
cual fue creada.-
Las
interrogantes miradas entre los asistentes dieron veracidad a las palabras del
escritor, tanto en cuanto el silencio se podría describir como el acontecido
ante un cadáver.
-Imaginemos
un estadio futuro donde, de un proyecto racionalmente indiscutible como es el
Banco Mundial de Semillas, las tierras que dejemos para su cultivo y
recuperación de las mismas, ya sean yermas, baldías, inaprovechables para que
puedan enraizar y reproducirse, con una lluvia ácida que mate cualquier
posibilidad de alimentar ni hacer crecer nada de lo sembrado. Si no cuidamos el
medio donde se supone deberemos utilizar el material guardado, tan celosamente,
en ese Banco, ¿de qué nos serviría?-
Las respuestas a dicha pregunta, tenían tantas y tan diferenciadas posibilidades, como personas de distintas etnias, formación o estrato social, llenaban la respetuosa sala de conferencias. Incluso, el conferenciante se vio en la necesidad de introducir algún guiño gracioso para hacerlos volver de sus inevitables cavilaciones.
Las respuestas a dicha pregunta, tenían tantas y tan diferenciadas posibilidades, como personas de distintas etnias, formación o estrato social, llenaban la respetuosa sala de conferencias. Incluso, el conferenciante se vio en la necesidad de introducir algún guiño gracioso para hacerlos volver de sus inevitables cavilaciones.
-Permítanme
ilustrarles con algunas de las posibilidades que describo en esta novela que
presento hoy, en las que el protagonista podría sentarse en un solitario
bordillo de una calle cualquiera a ver pasar a las chicas, hasta la posibilidad
de acabar con el mundo. Por eso no podemos recrear respuestas de largo
recorrido, el tiempo se agota irremediablemente, tic, tac… tic, tac,…-
Pero
las implícitas risas del público, no quitaron ni un ápice de seriedad al tema
expuesto, Es más, incluyendo algunos datos ni siquiera asumidos por casi
ninguno de los oyentes.
-Un
científico, en la soledad de su laboratorio, no debe pensar sólo en cómo lograr
un resultado positivo de su investigación sino también en la repercusión que
tendrán dichos experimentos para el futuro de la humanidad. Ya sé que la mente
es tan corta como la vida que compartamos, lo que si debemos ser es más amplio
de miras si queremos dejar algo más que dudas a las nuevas generaciones-
Tras
los saludos, fotografías y firmas del ponente y escritor, la sala quedó
definitivamente en el silencio que, a partir de ahora, tengamos que acudir si
queremos hallar la simple y complicada respuesta a dicha pregunta.
¿Qué
harías si sólo te quedaran tres días de vida?
Hola Notsoesay.
ResponderEliminarQuería darte las gracias por haberme recomendado esta página,
me gusta mucho y lo digo de corazón, no te lo he agradecido antes
porque soy un despistado y a veces se ma va la olla.
Pero estoy muy contento de estar junto a escritores de vuestra talla, esperando que me peguéis un poco de vuestro arte.
Un abrazo cordial y reitero las mil gracias.
Atentamente tuyo.
Benjamín.
Sé, que estas un poco liado con el nombre, aquí soy solamente Carlos, jejeje. Si te refieres a Libres Relatos, decirte que yo no te recomendé esa página, yo les recomendé a ellos, al conocer tus relatos en CortoRelatos, que te publicaran, Así ha sido, y así te lo explico. Eres muy buen escritor, lo digo de verdad. Yo, sólo libero mi mente de esas historias que me asedian. Aprendo mucho, día a día, leyéndoos a todos, esa es la realidad.
EliminarSigue enseñándonos a escribir, y de paso, recupera el ánimo. Ha sido un placer para mí verte publicado en Libres Relatos. Es un honor.
Tuyo, atentamente, Carlos Sergio Suárez Hernández.
:) super
ResponderEliminarMuchas gracias Natalia, muy amable.
EliminarSaludos.
Hola Carlos, el científico invita a la reflexión. Las cuestiones socio-políticas que desfloran la vida misma, hacen que esa pregunta tenga connotaciones de proporciones mayores.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola Alejandra. Soy de la misma opinión, pero va más allá, cuando plantea la misma vía en todos los campos. Nunca, por más que se hable y hable, la realidad es que, el ser humano jamás se plantea un futuro más allá de su propia existencia.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu reflexión, de eso se trata cuando escribimos de cuestiones tan palpables. Son las que más me motivan, desde luego.
Un enorme abrazo.
Demoledor final. Es corto pero muy reflexivo. Creo que a estas alturas, en una vida tan cómoda como tenemos el 20% (más o menos) de la población mundial, preferiríamos morir antes que dejar de tenerlas. El otro triste 80% ni siquiera tendría opción a pensarlo. Muy fuerte tu relato. Me vas a tener toda la noche cavilando. Gracias ;)
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Ana Lía, sólo con que hayas tenido esta reflexión me basta.
ResponderEliminarSaludos, muchas gracias.
Interesante y reflexivo relato, Carlos.
ResponderEliminarEl final es demoledor.
Un saludo.
Muchas gracias Federico. Sí, y para pensar en ello un buen rato.
EliminarGracias, eres muy amable.
Un enorme saludo.