Ese tren sin hora de llegada
Las pisadas que borra la
marea
Las lágrimas rodando por tu
cara
O la nube que oculta tu
ceguera
El brillo de tu piel en la
mañana
El rocío que deja una noche
fría
Los mares que separan
nuestras almas
O las primeras horas de un
nuevo día
Cuéntame que percibes en tu
mirada
En que piensas cuando no te
encuentro
Porque no disfrutas lo que
nos da la vida
O por qué nuestro amor se lo
ha llevado el viento
Mis mañanas llenabas de
alegría
Las horas contaba por
tenerte cerca
Mis ojos lloraban tu letanía
Y sin mirar atrás, cerraste
la puerta
Ahora espero que llegue tu
tren
Tus pisadas busco, enajenado
No soporto estar lejos de tu
piel
¿por qué vivir con los ojos cerrados?
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