las historias que has vivido,
a dónde vas, de donde vienes,
la sangre que has recogido
Los amores, las condenas,
que atravesaron por ti.
Las miles de cansadas piernas,
que aún retumban por aquí
Los polvorientos agostos
y los empapados noviembres,
o del fuego devastador,
que endurecen tus vertientes
Cuéntame caminito,
como añoras los andares,
de bestias y personas
y del río sus desmanes
Tus noches y tus días,
las heladas vespertinas.
O cuantos cascos de caballos,
han quebrado tu rutina.
Las estrellas que te miran,
los horizontes infinitos
y de tus humildes concesiones,
cuéntame caminito
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