martes, 20 de octubre de 2015

Soñar días nuevos...


Me gusta vivir en la parte visible de mi ciudad: la zona escrita. Aquí el respeto no es fatuo y los requiebros de las golondrinas se formulan a cámara lenta, muy lenta. Aquí la luna es quien da paso al día, desplegando una alfombra roja si llega soleado.

Me gusta pasear por sus capítulos, por ejemplo el 7º: el Musulmán, donde el aire sabe a incienso todo el día y los bazares rechinan sus colores. Allí nadie cubre sus ojos, ni recuerdan el día anterior. Viven y reviven la alegría, y la muerte atraviesa con paso largo.

En mi ciudad no hay Ayuntamiento, se desgobierna ella sola. No hay sombra recurrente si aprieta el temor, tan solo una fuente donde beber calma el error.

También está el 13º, allí cotiza la suerte y solo se come en domingo, después de sermón.

Los límites están bien claros: solo entra la educación, y para cuando ésta se pierde, mi madre despliega su Don.

Me gusta que mi mente haya fundado esta ciudad. Todavía no hemos aprobado su idiosincrasia, porque hay demasiado color. Tanto, que en nuestro cementerio solo se entierra el dolor.

Me gusta soñar en su prólogo, caminar por su escueto muelle y leer las miradas de sus gentes. Ayer lo caminé un rato: tiempo suficiente para recordar sus fundamentos…

Vivir, vivir, vivir… y soñar días nuevos.

2 comentarios:

  1. Su profundo escrito me ha hecho personalizarlo y me ha gustado muchísimo. Lo he leído detenidamente y le aseguro que me ha gustado muchísimo.
    Abrazos.

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  2. Me gusta esa mirada, es muy profunda y bella.Saludos

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