viernes, 27 de marzo de 2015

MI PRIMERA VEZ (corto)



La primera vez fue detrás de aquella cortina azul. Aun lo recuerdo, allí nadie podía ver mi cambiante y expresiva cara de satisfacción. Comenzó ella. El roce de sus dedos fue vertiginoso y ordenado a la vez que distante en la intensidad. Yo la seguí como un colibrí excitado. El ímpetu del primer momento la hizo transitar entre las sombras de la luz cenital: blanca, oscura y otra vez blanca, acompasada al agitado movimiento. Entre su palpitante respiración, los silencios fueron marciales y rigurosos, a la vez que el fraseo de su voz parecía estar ocurriendo dentro de mi atento oído, arropándome como a un crío para a continuación partir en canal la escena. Demoledora y experta, con el instrumento entre sus manos.


Disfrutando con los ojos cerrados, era mi primera vez, solo podía imaginar que dentro de aquel traje, de negro riguroso, dormitaba el rojo obligado en lo más íntimo, envolviendo la tensa maquinaria que se intuía. Y de repente, atrajo nuevamente toda mi atención; como único plebiscito, antes de acabar su magnífica obra. ¡Dios!

Se llamaba Varvara Nepomyaschaya, y ha sido el mejor concierto de piano que he escuchado en mi vida, aun estando detrás de aquella cortina azul.

De ovación, oreja y rabo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario